12.7.08

EmeGé & la Santa Madonna

Ayer bebí cerveza con mi amigo EmeGé.

Teníamos muchas cosas que contarnos después de 4 días separados viviendo intensamente nuestras propias vidas. Siempre vamos a una pizzería cuyo camarero nos guiña el ojo y nos invita a chupitos de orujo de hiervas tras la cena, presumiblemente con la intención de ligarnos, pero aun no hemos sido capaces de intuir si está interesado en mi amigo EmeGé o en mi... lo cual tampoco nos importa demasiado mientras siga ofreciéndonos orujo sin ánimo de lucro (económico).

Esta semana había sido muy intensa para mi, con nuevas e inesperadas conquistas imposibles, cuya consumación se vería relegada a una dimensión paralela inalcanzable que no había que tener la intención de perseguir. Mejor asi, me repetía, y acabé creyéndolo, como siempre... Por su parte, EmeGé traía la misma noticia de todas las semanas, pero con nuevos nombres para los mismos personajes; EmeGé siempre se medio enamoraba a medio plazo de medio adolescentes medio preciosas que medio idolatraba y medio conseguía que le medio rechazaran no sin antes medio flirtear con su medio roto supercorazón. Según yo, su problema era que trataba a las chicas de una forma excesiva e innecesariamente divinizante; para él las mujeres no existían, en su lugar el mundo estaba plagado de diosas intocables que no merecían la tortura de ser siquiera cortejadas por un ser de su calaña...

EmeGé tenía una amante con contrato indefinido y alguna que otra esporádica a las que besuqueaba con desgana mientras se convencía de que podía hacerlo porque solo eran semidiosas y no le atraían demasiado, sin embargo su olimpo siempre estaba abastecido de musas divinas que jamás trataría de alcanzar y cuyo trato se reducía a un babeo constante y la cotidiana sarta de ofrendas intelectuales que pudiera untar sobre sus respectivos egos cada vez que tenia el gran placer de obnubilarse con sus presencias...

Lo que EmeGé no sabía, aun, es que la mayoría de las mujeres no nos enamoramos de los hombres en sí, sino la actitud que representan, y a juzgar por el perfil de su imaginario teológico, la mayoría de sus divinidades le habrían cantado a coro gustosamente este tema, con el fin de instruir a mi amigo EmeGé en el mundo de la seducción y el cortejo masculino...

Va por ti EmeGé, escúchala atentamente todas las veces que necesites hasta que salgas de tu cuarto en pelotas dispuesto a arrasar esta apestosa ciudad!

Fais Moi Mal Johny Johny Johny!



5 comentarios:

BLIS dijo...

lo de que os gusta mas la actitud que representa un hombre más que hombre el si creo que es una de las pocas cosas que tengo medianamente claras de las mujeres, si mi actitud fuera la adecuada me serviria de algo saberlo. jajaja

Julia dijo...

bah, tio, no seas modesto, no te conocemos como hombre, pero tu actitud desde luego es bastante deseable... jejeje

fag dijo...

uuh.. ahora entiendo lo de la actitud, o no va por ahí? XD

me ha flipado el tema de los medios.
brillante.

:)

Anónimo dijo...

Que grande es usted señorita Ugarte.
Andaba yo deseoso de narrarle mis aventuras sanfermineras, regadas en alcohol y sexo en lugares públicos,y mis conclusiones respecto a ellas. Sin embargo ya lo ha hecho usted: lo que les importa realmente es la actitud, efectivamente.
Como siempre escucharé sus sabios consejos, regalos para mis oídos algo oxidados, mientras compartimos, muy a mi pesar, una pizza de peperoni y trato, por otra parte, de no divinizarla demasiado.
Le saluda, eternamente agradecido,
su amigo
EmeGé

fag dijo...

joder que misterio

no creo poder volver a cagar hasta q me lo cuentes...


bsitus