26.1.08

Sentimos, luego pensamos; o pensamos luego inventamos; o inventamos, luego vivimos; o que se yo...

Llevo días cruzándome con gente, que inconexa, se preocupa de alguna forma por el tándem mental pensar-sentir. Hay quien los enfrenta, hay quien los juzga y selecciona, y hay quien los acepta.

La primera persona dijo, -No quiero poder pensar más, quiero poder sentir más!
En otro lugar, a otra hora una amiga me explicó que lleva años practicando su capacidad sensitiva en el sentido más emocional posible -el vacío, la nada, la energía, etc- y repudiando de su mente el inevitable proceso intelectual de elaborar pensamientos acerca de todo.
Hoy, un compañero de juergas lejanas en el tiempo, me comenta que le entristece gastar poco tiempo en reflexionar, pero le alegra poder ocupar todo su tiempo hasta que no le quede espacio para pensar.

En mi opinión, el dilema está en que a groso modo pensamos y sentimos mal. Pensar suele significar rotar nuestro pensamiento entorno a un asunto del que queremos sacar más y mejores conclusiones, pero para ello solemos utilizar los lazos referenciales más convecionales que hayamos en primera linea de nuestra memoria -que es una fuente fácil de recursos de nuestro pensamiento-, cuando tal vez deberiamos evitar, en la medida de lo posible, estos lazos referenciales y utilizar nuestra capacidad sensitiva para crear intuiciones propias -que no se han de entender como novedosas- acerca de aquello de lo que queremos pensar, es decir, pensar a cerca de algo que previamente nos haya emocionado de alguna manera -hayamos sentido en abstracto-, y a raíz de la interpretación de esa emoción, elaborar un pensamiento tratando de evitar las conclusiones convencionales que enseguida nos ofrece por defecto el arsenal que es nuestra memoria. El pensar y el sentir no son el mismo registro, no se pueden comparar, se complementean para que podemos percibir e interpretar o inventar el mundo de una forma más rica, eso es todo.

Y para terminar, dejamos hablar también a Fernando:

Tengo tanto sentimiento
que es frecuente persuadirme
de que soy sentimental,
mas reconozco al medirme,
que todo esto es pensamiento
que yo no sentí al final.

Tenemos quienes vivimos,
una vida que es vivida
y otra vida que es pensada,
y la única en que existimos
es la que está dividida
entre la cierta y la errada.

Mas a cuál de verdadera
o errada el nombre conviene
nadie lo sabrá explicar;
y vivimos de manera
que la vida que uno tiene
es la que él se ha de pensar.

10 comentarios:

roberto.bonuglia dijo...

great blog, greetings from rome.

Jen dijo...

Yo tengo mi propia teoría. No hay que pensar nunca. Las personas que piensan son personas creativas, y las únicas personas creativas de verdad están clínicamente enfermas de la cabeza. Si quieres mantener cierto estatus social, has de ser menos creativo. Te tienes que dedicar a coger ideas de otros, copiarlas y deformarlas hasta que no se parezcan en nada a la idea original. Te ahorras el proceso creativo, no pareces estar loco y además tienes tiempo para sentir y disfrutar.

Anónimo dijo...

Lo que no termino de entender es porqué todo el mundo entiende Sentir y Pensar como incompatibles enfrentados, y si hay que posicionarse, siempre es preferible Sentir...?

Ayer empecé un libro impersionante de Steiner titulado "Diez (posibles) Razones para la Tristeza del Pensamiento". Es un ensayo relativamente corto en un lenguaje cercano, acerca del Pensar.

Leedno en algún momento de vuestras vidas.

Jen dijo...

No tiene por que interponerse. Todo depende de la intensidad con la que haces cada cosa. Esta entrada y el pic que tienes abajo en tu blog me inspiraron para publicar esta entrada: http://ideasydesvarios.blogspot.com/2008/01/pensar-mata.html

Julia dijo...

Jejeje, es un dibujo muy divertido el de tu entrada...
Y en el fondo así es, los mejores actos de nuestra existencia son precisamente los que más nos empujan a la muerte.
Pero tal vez la cercanía de la muerte es la evidencia de estar vivos.
La curiosidad nos pone en peligro, el sexo gasta nuestro cuerpo, respirar oxida, y sobretodo, vivir mata.
¿No es maravilloso -incluso para un ser inmortal como tú-?

Anónimo dijo...

"Yo tengo mi propia teoría. No hay que pensar nunca. Las personas que piensan son personas creativas, y las únicas personas creativas de verdad están clínicamente enfermas de la cabeza. Si quieres mantener cierto estatus social, has de ser menos creativo. Te tienes que dedicar a coger ideas de otros, copiarlas y deformarlas hasta que no se parezcan en nada a la idea original. Te ahorras el proceso creativo, no pareces estar loco y además tienes tiempo para sentir y disfrutar."



¿Ah sí?¿y en qué grupo te incluyes?¿creativos(ergo locos y marginados sociales) o copiones(con estatus social tiempo y sentimientos)?

Jen dijo...

Me reservo el derecho de no auto-definirme.

No utilizo copión como término despectivo. Es un recurso tan válido como cualquier otro (i.e. inspiración)

Julia dijo...

Yo creo que -casi- todos somos el Loco y el Copión a rachas según baila la veleta de nuestra lucidez mental.
Pero en cualquier caso pienso que CREAR no existe, solo existe RECREAR, y esto puede significar que en ocasiones modificamos ideas ya existentes -que conocíamos o no conocíamos- añadiendo un pequeño matiz propio fruto de nuestra interpretación en ese momento (interpretación, que a su vez depende de todas las ideas "existentes" que ya teniamos almacenadas en la cabeza), y en ese caso -que es el más numeroso- se nos podría definir como Locos y a la vez acusar de Copiones en alguna leve versión.

Insisto, leed ese libro, si habeis escrito un comentario en esta entrada os enseñará muchas cosas.

Unknown dijo...

Ese Steiner es George? Si. Lo es. Es muy inteligente y muy cabrón. Solo digo eso. Pero esa es razón más que suficiente como para leerlo y reflexionarlo.

Anónimo dijo...

elemental querido Pedro, es George y es un cabron...