23.1.08

Las Tres Hormigas

Tres hormigas se encontraron en la nariz de un hombre que, tendido, dormía al sol. Y después de haberse saludado unas a otras según las costumbres de su pueblo, se detuvieron allí para conversar.
La primera hormiga dijo: -estas colinas y estas llanuras son las más áridas que jamas he conocido. He pasado todo el día buscando grano y nada encontré.
La segunda hormiga dijo: -Yo tampoco encontré nada, pese a que he explorado todos los escondrijos. Según creo esto es lo que mi pueblo llama la tierra blanda movediza donde no crece nada.

Luego la tercera hormiga, alzando la cabeza, dijo: -Amigas mías, en este instante estamos sobre la nariz de la Suprema Presencia, la poderosa e infinita hormiga cuyo cuerpo es tan grande que no podemos abarcarlo con la vista, cuya sombra es tan vasta que no podemos dibujarla, cuya voz es tan potente que no podemos oírla. Y es omnipresente.

Cuando la tercera hormiga hubo dicho esto, las otras dos se miraron y se rieron.
En ese momento, el hombre se movió y alzó la mano en su sueño para rascarse la nariz, y las tres hormigas quedaron aplastadas.


Gibrán Jalil Gibrán.

2 comentarios:

El Duende dijo...

Eso quiere decir que no hay que rascar donde no hay?
que si algo parece no merecer la pena hemos de abandonar dicha campaña?
es decir si las hormigas ya sabian que allí no iban a enconcontrar nada murieron por quedarse? en vez de buscar otro lugar mejor?

no entiendo muy bien la moraleja, si es que la tiene.

quizas si las hormigas hubieran seguido buscando hallarian algunas migajas sobre el pecho del hombre del almuerzo o era una batalla perdida desde el principio?

a veces reflexiono sobre el poco tiempo que tengo para reflexionar y me entristece pero me alegra porder poder ocupar todo mi tiempo hasta que no me quede lo suficiente para pararme a pensar.

un saludo

Anónimo dijo...

Tal vez, no lo habia pensado así. Yo entiendo que tiene que ver con la ignorancia de aquello que muy superior a nosotros, pero presentado al revés para que haga más efecto -la fuerza de la naturaleza- hombre, y en este caso la fuerza del hombre-naturaleza. Hay quien no es consciente de que nuestro entorno -la naturaleza- podría aplastarnos sin esfuerzo ni intención siquiera, como el hombre dormido a las tres hormigas.

De todas formas estos relatos de GIbrán son muy abstractos y lo bueno que tienen es que cada uno entiende una cosa diferente...

un beso!