26.10.08

Fantasmas en la arena

Quú, aun no sabía si realmente quería acercarse al caballo que llevaba días acompañando por la arena y por los sueños del desierto del calor. Era feliz viviendo del polvo azul que desprendía la estela de sus crines, y aunque nunca había conocido forma más hermosa que el recorte de su cuerpo contra el cielo, Quú no estaba seguro de que ese animal fuera real, ni tampoco tenía ningún interés en comprobarlo.

Todo empezó una mañana a las 6.45h, cuando Quú no llegó a tiempo al disco verde del semáforo, y tuvo que frenar, apoyar el pié izquierdo en el asfalto y subir la visera del casco que le obligaba a verlo todo de color azul; fue entonces cuando vio por primera vez a ese caballo. Estaba cruzando la carretera a 200m del semáforo, dónde la colina hacía del asfalto un horizonte negro cosido al sol.

El semáforo cantó verde y Quú apretó muñecas hacia la colina; allí se detuvo, dejó su moto en el arcén y cruzó la carretera sin preguntar por qué. No quería llegar a la oficina, no quería tocar las teclas de su pc, no quería siquiera volver después a su casa y hacer las cosas que hacía en su tiempo libre, y desde luego no quería ponerse a cambiar su vida ahora que se había convertido en un señor, así que dejó caer su abrigo al suelo y decidió seguir al caballo cuya silueta aun podía ver a lo lejos. A partir de entonces se llamaría EfeDé. Sería otra persona, sería él, esta vez si...


-No, Quú?


9 comentarios:

BLIS dijo...

me mola el halo de surrealismo que hay en el texto. Podria ser el comienzo de una novela perfectamente.

Por cierto, ¿te apuntarias a hacer unos dias tematicos para los blogs con algunas personas mas, como fag y vanity?. En plan semana del odio o dias de sexo. Algo asi, la finalidad es publicar sobre un mismo tema, en plan puesta en comun

BLIS dijo...

Pues es cosa de que mirar propuestas, por mi seria a primeros de noviembre o asi

BLIS dijo...

Pues yo en principio habia pensado en la semana del odio (como en 1984). Para hablar sobre el odio, despotricar o debatir. Es un buen tema

Anónimo dijo...

Quú creyó haber visto a ese caballo antes, aunque no recordaba si fue en un sueño o ya era parte de un espejismo creado por la mezcla del calor que desprendía el desierto y la sed que su lengua sentía al contemplar la hermosa forma que el recorte de aquel cuerpo formaba contra el cielo. Quizás no estaba seguro de que ese animal fuera real y quizás tampoco estaba seguro de tener algún interés en comprobarlo, pero al bajar de su moto y cruzar la carretera sintió que no podía dejar que se perdiera en el horizonte la silueta del espejismo que su lengua dibujaba, y fue entonces cuando decidió seguir recorriendo los desiertos a pie, tratando de alcanzar a un caballo que en ocasiones galopaba y en ocasiones se detenía para girar la cabeza y mirar hacia atrás.

Unknown dijo...

onirico y ensoñador, felicidades por crear con tan pocas lineas un clima tan intenso y a medio camino entre la realidad y los sueños....

un abrazo

Mª Ángeles Cantalapiedra dijo...

bUENOS DÍAS, jULITA, GUAPA. sÍ ALGUIEN TE DICE QUE ESTE TEXTO TIENE ALGO DE SURREALISTA, POR ESO AÚN TIENE MÁS GANCHO. pERFECTO, NIÑA.
ME PREGUNTABAS EN MI BLOG DE DÓNDE SACO ESOS DIÁLOGOS DE LA LOLA: NACEN MUCHOS DE ELLOS EN LA REALIDAD Y CRECEN EN LA FICCIÓN PARA DARLES ESE PUNTITO DE LOCURA. yA SABES QUE LA REALIDAD ES EL MEJOR POZO SIN FONDO PARA UN ESCRITOR.
BESOTES

Brick de garbanzos dijo...

Mientras leía imaginando al caballo por el desierto con semáforos y motos era como estar dentro del cuadro de Dalí,el del reloj torcido :P

Ah, me preguntabas si las imagenes eran mías. Sí. Er fotoshó lo toco a veseh.

Brick de garbanzos dijo...

El cuadro que digo de Dalí es "la persistencia de la memoria".
Que a veces me explico como un libro cerrado.

Roberto Tega dijo...

Joder, me tienes totalmente ensimismado con lo que escribes. En serio.
Cualquier día te pido matrimonio

Un beso